Apenas abrieron el colegio comenzaron a salir las alumnas involucradas, las alumnas que estaban afuera aplaudían y decían el grito del colegio. Apenas apareció la profesora vítores ensordecedores colmaron la entrada del recinto, las alumnas en genera se sentían felices de tener una profesora tan jugada como ella. Entonces la docente miro a sus colegas, mientras bajaba la escalera del pórtico y finalmente fijo sus ojos en la directora que cuchicheaba con el alcalde. Entonces bajo su mirada, sabia que el lunes siguiente ella ya no estaría en el colegio, las alumnas llegaron corriendo ha abrazarla, le decían que ella era una gran profesora, que la querían, que no esperaban para verla de nuevo haciendo clases. Apenas llego el lunes, Margarita y sus compañeras le traían un regalo a la profesora de filosofía, así le podían agradecer todo lo que hizo por ellas, al acompañarlas en la Toma. Pero la profesora nunca llego, y el regalo nunca fue entregado. Se decía que apenas la habían llamado a la dirección ella entregaba su carta de renuncia, otros decían que la habían despedido al instante, Margarita por su lado pensaba que eso no era lo importante, más bien lo que ella les había dejado y como su actuar se había quedado marcado con fuego en el corazón de las alumnas.